sábado, 27 de abril de 2013

Cierra el periódico Ciudad de Alcoy



A pesar de que la información me la han facilitado personas de total fiabilidad, no acabo de creérmelo. O, mejor dicho, no quiero creérmelo: si nadie lo remedia, el periódico Ciudad de Alcoy, nuestro Ciudad “de toda la vida”, cerrará sus puertas el próximo 30 de abril.

Desgraciadamente se veía venir.  Sabemos por trabajadores del medio que los últimos años, y en especial los últimos meses, han sido muy duros: despidos, reducción de salarios, imposiciones por parte de la propiedad. .. síntomas de que las cosas iban de mal en peor y que el fin podría estar cercano.

Tampoco hace falta ser un genio para adivinar que los motivos del cierre son económicos. Con la crisis que estamos soportando, lo extraño es que todavía queden empresas en pie y más aún en el difícil sector de los medios de comunicación. Tengamos en cuenta que hasta hace no muchos años, en Alcoy solo existían dos formas de enterarnos de lo que ocurría por estos lares: Radio Alcoy y el periódico Ciudad;  los ingresos, ya fuesen por venta de ejemplares o por publicidad, se los repartían entre ambos.  Hoy en día, das una patada a una piedra y te salen catorce: varias emisoras de radio, periódicos gratuitos (o, mejor dicho, semi gratuitos), televisión local y un buen número de medios en Internet hacen que la competencia sea feroz y que los ingresos se repartan entre muchos más actores.  Y en esta guerra, el que suele perder es el que más gastos estructurales soporta para realizar su trabajo, o sea, el Ciudad de Alcoy.


Visto desde fuera (y con el riesgo de meter la pata hasta el fondo), en la azarosa andadura del periódico también creo que han influido otras razones. Su adaptación a la era de Internet siempre ha sido dubitativa. Si no recuerdo mal, en un principio ofrecían en la red la edición impresa de forma gratuita. Cuando empezaron a proliferar medios digitales locales completamente gratuitos, Ciudad pasó a ser de pago y en la actualidad, ofrecen en Internet una edición muy reducida con la posibilidad de pagar por poder descargar la edición impresa. Creo que nunca han comprendido que los usuarios de Internet asocian el medio a la gratuidad y que huyen de las propuestas de pago por muy atractivas que se las quieran pintar.

Tampoco creo que les haya servido de ayuda su pertenencia desde hace unos años al Grupo Zeta. Siempre es de agradecer el apoyo logístico y tecnológico que suelen prestar estos grandes grupos de medios, pero cuando las cosas se tuercen y las pérdidas afloran en los balances, estos negocios “periféricos” que entran en pérdidas son los primeros en desaparecer.  Quizá con una mayor independencia económica las cosas hubiesen salido mejor… o quizá ya hubiesen cerrado hace años. Quién sabe.      

Y por último, la falta de afinidad política les ha pasado factura. El ejemplo de esta falta de posicionamiento  lo tenemos en que si usted pregunta a un militante de derechas le dirá que el periódico se decanta hacia el progresismo y si pregunta a uno de izquierdas le dirá que apoyan al PP. Esa independencia o ese “querer quedar bien con todos” provoca desconfianza en los políticos y en el mundo periodístico actual, tan sesgado políticamente, nadar entre dos aguas, sin apoyos institucionales, significa ahogarse.

De lo que si estamos seguros es que por falta de profesionalidad, esfuerzo y sacrificio de sus redactores y de su equipo directivo no ha sido.  Más bien al contrario: si no han sucumbido antes ha sido gracias a ellos.


Lo peor de todo esto, aparte, claro está, de la pérdida de un medio de comunicación emblemático y de sus correspondientes puestos de trabajo, son las sensaciones que provocará en el pueblo de Alcoy. Llevamos muchos años perdiendo símbolos de nuestra antigua grandeza y que “nuestro” Ciudad baje la persiana provocará un sentimiento de tristeza solo comparable al cierre del cuartel de Alzamora, al traslado del Banco de España y del cuartel de la Guardia Civil o al reciente cierre de Mirofret.  Una parte de nuestra historia desaparece; una nueva mala noticia que sumar a las muchas con las que nos bombardean inmisericordemente desde hace un lustro.

Después de haber leído y escuchado otros medios de comunicación locales (sobre todo digitales) en los últimos tiempos, suponemos que habrá mucha gente que se alegre de este cierre. Allá ellos y sus conciencias. Yo solo espero haberme equivocado y que las cosas se puedan arreglar en el último momento.

Les dejo con la portada de hoy.
  


jueves, 18 de abril de 2013

Guerra en la Policía Local de Alcoy… y la sangre puede llegar al Serpis



Al parecer, el conflicto arrancó en los últimos años del mandato del anterior alcalde Jorge Sedano, pero todo se precipitó cuando el edil actual, a los pocos meses de llegar a la alcaldía (tras el acuerdo con los otros dos partidos menos votados en las elecciones), decidió contratar a efectivos de la Policía Local de Moncada para ocupar puestos de relevancia dentro del cuerpo policial de nuestra ciudad.

Poco tiempo después, haciendo uso de sus legales competencias en materia de nombramiento y cese de personal, Toni Francés decidió ascender por libre designación a los recién llegados, en detrimento de miembros de la plantilla que llevaban años preparándose para ocupar esas plazas… y se armó la marimorena.  Y más aún cuando el nuevo Jefe de la Policía Local de Alcoy, José Luis Guerrero, admitió en una entrevista radiofónica que el Alcalde contactó con él a través del sindicato UGT y que llegaron a un acuerdo para que fuese el nuevo Jefe de la Policía (bueno, unos meses después de llegar a nuestra ciudad para que no resultase tan descarado).


A partir de ahí la situación fue degenerando y el pueblo de Alcoy ha asistido desde entonces, boquiabierto, a las cruentas luchas internas que se han ido sucediendo.  

Por el camino queda la denuncia que la Asociación de Jefes de Policía Local de la Provincia de Alicante formuló  ante la Fiscalía contra el alcalde de Alcoy, Toni Francés, el edil de Seguridad, Jordi Martínez, y el ex Inspector de la Policía Local de Moncada y actual Jefe de la Policía Local de Alcoy, José Luis Guerrero,  por un presunto delito de prevaricación y falsedad documental (posteriormente desestimada) o el expediente abierto al anterior Jefe de Policía, Carlos Martín, por un presunto delito de fraude continuado a la Administración, cuando el Ayuntamiento alquiló vehículos pertenecientes a la empresa de su mujer  (y participada por él) sin haber tramitado la solicitud de compatibilidad perceptiva. (Aunque creo que considerar “fraude continuado a la Administración” el alquiler de una furgoneta durante dos días por240 euros y cobrarlos siete meses después, resulta un tanto exagerado, ¿verdad?).


Lo último ha sido la presentación de una moción (convertida posteriormente en ruego) en el Pleno del Ayuntamiento de Alcoy firmada por 35 agentes de la Policía Local solicitando que se revocara el nombramiento de José Luis Guerrero. He leído en algún medio de comunicación que 35 agentes de una plantilla de casi cien es poca representación. Pues yo creo todo lo contrario: 35 son muchísimos si tenemos en cuenta que el escrito (firmado y con nombres y apellidos) va en contra de su actual jefe y todos conocemos las represalias que, de seguro, padecerán a partir de ahora. ¿Cuántos no se habrán atrevido a dejar su firma en el escrito?

En el Pleno en el que se ha debatido este ruego, el Alcalde, Toni Francés, ha anunciado que se van a crear unos “foros de diálogo” (resulta curioso comprobar los nombres tan rimbombantes que se les ocurren a estos señores para designar una simple reunión) compuestos por expertos sindicales, miembros de la Corporación y agentes “de ambos bandos”, para intentar solucionar el conflicto. Suponemos que no faltarán representantes de la UGT y el propio Alcalde que es quien, a la postre, ha provocado, con este nombramiento el actual follón.


Siendo todo lo descrito lo suficientemente grave como para que se tomen medidas urgentes (y sin partidismos) que solucionen el conflicto, me he dejado para el final una de las declaraciones más asombrosas que he escuchado nunca de boca de un Concejal.  El propio Jordi Martínez leyó en un reciente pleno el escrito presentado por un alto cargo de la Policía Local. Lo transcribimos a continuación:

“A raíz de los últimos acontecimientos promovidos por el concejal  Jordi Martínez he de manifestarle que en mis 29 años de servicio jamás he tenido las sensaciones que me están pasando por la cabeza y tal es mi preocupación que solicito a la mayor brevedad posible se me retire el arma reglamentaria hasta que la situación se normalice. Esta decisión se fundamenta en la necesidad de evitar males mayores”.

No sé a ustedes, pero me suena a amenaza… y de las gordas.

Don Antonio: ha llegado el momento de tomar decisiones, de dejar a un lado los favores sindicales pendientes, de olvidar las rencillas partidistas y de solucionar un problema que empieza a enquistarse en el brazo más imprescindible de nuestro Ayuntamiento; la Policía Local. ¡Por Dios! ¡Que son los que tienen que  mantener el orden y velar por nuestra seguridad!

 
PD. Los más “veteranos” seguro que recuerdan la imagen con la que cerramos el post. Seguro que entonces no tenían los mismos problemas.