Polémicas sobre el
calendario festero siempre las ha habido y, al perecer, siempre las habrá. Y si
no que se lo digan a Sanus cuando en 1997 le montaron la manifestación que,
entre otras muchas causas, acabó con su carrera política. Los hay que piensan
que las fiestas de San Jorge hay que dejarlas eternamente los días 22, 23 y 24
de abril (siempre que la
Semana Santa lo permita) para mantener las tradiciones y
otros que quieren que se celebren el fin de semana más cercano al día 23 para
que puedan disfrutarlas los alcoyanos que viven fuera, para que acudan muchos más
turistas y para que las empresas alcoyanas no se vean perjudicadas con festivos
a mitad de semana. Allá cada cual con su opinión. Lo que está claro es que
quien sabe manejar estas cuestiones a la perfección es nuestro actual Alcalde,
Toni Francés.
Hagamos un poco de
memoria. Eran los primeros días de 2014 cuando una noticia saltó a todos los
medios informativos locales: el Ayuntamiento pretendía realizar un referéndum a
todos los alcoyanos. ¿El motivo? Conocer la opinión de la ciudadanía sobre las
fechas en que se deberían celebrar las Fiestas de Moros y Cristianos.
Han pasado ya más de tres
años, pero recuerdo que por aquel entonces, a poco más de un año para las
siguientes elecciones municipales, el tripartito había estallado en mil pedazos
tras la salida del Bloc (o Compromis como prefieren ellos) por el escándalo del
Calderón y del concierto de Sabina y Serrat mientras Paco Agulló, por parte de
EU ejercía de tonto útil, votando todo a favor de Francés con una mano
tapándose la nariz y Jorge Sedano abandonaba, junto con dos concejales, el PP
para pasar a los no adscritos que tantas votaciones le salvaron al Alcalde.
El
clima político era irrespirable y al maestro de las cortinas de humo se le
ocurrió la genial idea de resucitar la polémica del calendario festero. No
importaba que no hubiese realizado ni una sola de las promesas hechas en
campaña electoral ni que hubiese dinamitado el gran proyecto de la izquierda
valenciana, el tripartito, con sus ansias de poder. Francés sabía que lo único
que les importa a los alcoyanos es “la
Festa ” y que con ese referéndum, nadie hablaría de otros
temas durante varios meses.
No se cómo todavía ninguno
de nuestros escritores ha plasmado en un sainete lo que se vivió aquellos días.
La primera noticia nos la dio a principios de marzo el “fuerza de choque” de
Francés, el concejal de fiestas, Jordi Martínez, hablándonos de una consulta
popular que, previsiblemente se realizaría durante las elecciones al Parlamento
Europeo, del 25 de mayo de 2014 para abaratar costes. Según sus palabras, “se
conseguirá que la ciudadanía se pronuncie sobre un tema que siempre genera
polémica”.
Ante los rumores de que
aquella consulta era imposible, el propio Martínez salía otra vez a la palestra
unos días después diciendo que una disposición adicional de no se sabe qué ley
permitía la realización de consultas populares por la Junta Electoral Central (JEC).
No tardó en aparecer el concejal del PP, Fernando Pastor ,
diciendo que Martínez se lo había inventado y que la JEC había decidido desautorizar
al Ayuntamiento de Alcoy la utilización de las infraestructuras de las
Elecciones Europeas para llevar a cabo la consulta popular.
Nuevamente Martínez ataca
y hasta se atreve a hacer pública la supuesta pregunta:
“¿Qué opción escoge para
la celebración de las Fiestas de Moros y Cristianos?
Opción A: 22, 23 y 24 de
abril con las excepciones actuales de Semana Santa.
Opción B: Trasladar las
Fiestas al fin de semana más próximo al 23 de abril.”
Al mismo tiempo, anuncia
que se celebrará un Pleno Extraordinario (con el dineral que cuesta) para
tratar la decisión definitiva sobre la realización de la consulta.
Compromís sale a escena y
dice que ya que se va a gastar un dineral con el Pleno Extraordinario y con el
posible referéndum, que porqué no se preguntan más cosas a la población como,
por ejemplo, el uso definitivo que se le tenía que dar al edificio de la Plaçeta de la Mare de Deu. Ya sabemos,
pasados unos años, que el uso es, tras la bajada de pantalones de Toni Francés
(que los suyos ahora mandan en la Generalitat ) el originario, el de ser los
juzgados de Alcoy.
También contraataca
Pastor, explicando que el Consejo de Ministros tiene que autorizar la consulta
y que, de media, tarda un año en hacerlo. Si la consulta tenía que ser el 25 de mayo y
estamos a mitad de marzo…
Finalmente, el 17 de marzo
se realiza el Pleno Extraordinario, votando a favor de la consulta el PSOE y EU
(de nuevo con la nariz tapada) y las abstenciones del PP, Compromís y los no
adscritos. Por lo tanto, sin mayoría suficiente, no se aprueba la realización
del referéndum.
A pesar de la negativa, el
trabajo ya estaba hecho. En la calle, a falta de un mes para las fiestas, ya no
se hablaba de otra cosa; los periodistas llenaban los periódicos con
editoriales sobre el tema y los políticos se echaban mutuamente la culpa del
fracaso de la consulta. Nadie se acordó de los graves problemas de la ciudad ni
de la guerra en el ayuntamiento.
¿Realmente le importaba a Francés la opinión
de los alcoyanos sobre el calendario festero?
Evidentemente, no. Y prueba
de ello es que pasados tres años, nos topamos con la noticia de la reunión que
ha mantenido nuestro alcalde con el presidente de la Asociación de San Jorge
en la que se han consensuado las fechas de la celebración de las fiestas, pero
no sólo para el próximo año, ¡sino hasta 2020! De una tacada.
Con su proverbial
costumbre de “nadar y guardar la ropa”, Toni ha conseguido dejar contentos a
los tradicionalistas manteniendo los días 22, 23 y 24 de abril para el próximo
año, a pesar de caer el día de las Entradas en domingo, con el consiguiente
perjuicio para el turismo y la industria alcoyanas, ha cambiado a mayo las del
2019 por ser Semana Santa a finales de
abril y ha satisfecho a hosteleros y empresarios modificando al fin de semana
del 25 y 26 de abril de 2020 la celebración de la trilogía festera.
Rápidamente, sus amigos
del Consell Econòmic i Social (CES), formado por políticos, sindicalistas,
empresarios, Aitex y la
Mancomunitat , han dado su aprobación. ¡Todos contentos! ¿Y la
ciudadanía? Pues lo de siempre: que le d… y a tragar con lo que decida el señor
Alcalde. ¿Referéndum? Sólo cuando les convenga alardear de la tan manida utopía
de la “soberanía popular”. Total, no lo van a organizar nunca…