Seguro que todos ustedes conocen la normativa que prohíbe la compra y el consumo de alcohol a menores de 18 años. Pues bien, según los datos recogidos por la Fundación Alcohol y Sociedad (FAS) en el libro “Hablemos del Alcohol” publicado recientemente, el 61% de los jóvenes de 12 a 18 años es “consumidor habitual”, el 69% comenzó a beber entre los 13 y los 16 años, el 56% admite “haberse emborrachado en alguna ocasión” y al 50% “le ha sentado mal la bebida” alguna vez.
No queremos caer en falsos moralismos y ya sabemos que todos hemos sido jóvenes y pocos han sido los que han esperado a los 18 años para probar su primer “cubata”, pero las cosas han cambiado y, al igual que hasta hace cuatro días podíamos encontrar ceniceros en los pasillos de los hospitales y ahora ya no podremos fumar ni en los bares o podíamos llevar a los niños en el coche en el asiento de atrás dando saltos y ahora nos multan si la silla especial en la que van sentados no está homologada, las autoridades han decidido que no es bueno para la salud de los menores de edad tomar alcohol y han dictado leyes para que eso se cumpla. Al menos en teoría, ellos saben más sobre el tema y a los ciudadanos no nos queda otra que acatar la legislación vigente.
¿Cómo se explican estas cifras de consumo tan altas?
Nos lo aclaran en la misma encuesta: el 45% de los chavales afirma que tiene permiso de sus padres para beber y el 94% de los adolescentes consigue alcohol “sin dificultad”, es más, al 70% de ellos “nunca les han pedido el DNI” para consumir o comprar alcohol.
Respecto al primer punto, de los padres, una pregunta: ¿dejarían que su hijo de 14 años montase en parapente, condujese una moto de gran cilindrada o se tirase en paracaídas? Pues les aseguro que emborracharse por la calle es mucho más peligroso: accidentes, peleas, abusos... elijan la peor opción.
En cuanto al segundo aspecto, aparte del aspecto moral del tema, ¿cómo es posible que un comerciante se arriesgue a una severa multa e incluso al cierre de su establecimiento por vender alcohol a los chavales? La respuesta es sencilla: porque saben que no les va a pasar nada.
Aunque estoy seguro de que habrá muchos más, un buen ejemplo de esta impunidad la tenemos, aquí en Alcoy, en un establecimiento situado en la esquina de las calles Vistabella y Agres (más arriba del “Olimpia”) llamado “el Badulake”. En esta pequeña tienda, sobre todo los fines de semana, se dispensa todo tipo de bebidas alcohólicas a los menores de edad. Si se acercan por esta esquina, no encontrarán a jóvenes de 16 o 17 años comprando unas latas de cerveza; lo que verán con asombro es cómo niños de 12 y 13 años salen con botellas “de a litro” de vodka, ginebra o whisky.
¿Conoce este hecho la policía (tanto local como nacional) y, por lo tanto, las autoridades municipales? Supongo que si: no quiero hacerlos tan tontos como para creer que yo lo haya visto y ellos, que patrullan constantemente por la zona, no se hayan dado cuenta. Sólo con ponerse frente a la tienda pueden ver cómo salen los chavales enarbolando las botellas como si de un trofeo se tratase ¿Por qué no hacen nada por evitarlo? A esta pregunta no tengo contestación.
No se quien es el propietario de esta tienda. Lo denuncio públicamente por dos motivos: el primero por saltarse la ley “a la torera” y venderle alcohol a menores de edad (incluso a menores de 12 años) con los peligros que ello conlleva. El segundo por aprovecharse económicamente de la situación y “robarles” el dinero a los críos. Sabe que no pueden entrar en un supermercado y les estafa duplicando e incluso triplicando los precios de estos artículos “prohibidos”.
Por cierto, también pueden comprar tabaco. Completito que es el establecimiento.
Les invito a que si conocen otras “tiendecitas” de este tipo, dejen sus nombres y direcciones en los comentarios. Así, ayudaremos a nuestras autoridades locales en sus “difíciles” investigacionesy el señor Sedano nos lo agradecerá.
Acabo de ver este artículo y me gustaria hacer un comentario, soy madre de un niño de 13 años. El año pasado (cuando tenía 12) salió con los amigos el día de mig any, contado por el mismo, fueron a este establecimiento "el badulake" y les vendieron "mentira", pero no un vaso con la mezcla, ni siquiera uno de esos barriletes de plástico de litro, no, les vendieron un litro de agua limon y una botella de litro de café licor, para que cada uno se hiciese la mezcla "al gusto". No hace falta contar el mal trago que pasas cuando te lo cuenta... a los pocos días tuve la oportunidad de hablar con un miembro de la policia nacional conocido, para que me dijese como podía denunciar esto y la contestación fué... "no se puede". Para eso tendrías que "demostrar" en el momento que el menor la ha comprado allí, o sea, dentro del establecimiento, porque si denuncias y el niño está ya fuera... el propietario argumentará que "puede haberla comprado en cualquier sitio". Su palabra contra la tuya. Y como nos podemos imaginar... no vas a ir como madre o padre coraje, encerrarlos a todos dentro y no dejarlos salir hasta que la policia llegue... así que... resumiendo.. la policia lo sabe, es consciente, los padres también, la gente que pasa tambien porque los ven sentados en los escalones de las fincas de al lado con el "cuerpo del delito", pero.... la poca verguenza y el hacer la vista gorda es lo que parece que se lleva. Eso sí.... dios nos libre de no llevar el impuesto de circulación pagado porque... eso sí es IMPORTANTISIMO ya que afecta a sus arcas. Ah, y siga construyendo parques señor alcalde, que nuestros hijos de doce años no tienen sitios para beber y es una verguenza que estén en los portales. Lo siento, pero me enciendo.
ResponderEliminarxe, per favor deixeu als xavals¡¡¡¡que san bufen i que ho passen be collons¡¡,cuanta maria hi ha en este poble fotre¡
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