Prometo que en las próximas elecciones, si me
acerco a las urnas, votaré a aquel candidato que haya trabajado en la empresa
privada, a ser posible en puestos de responsabilidad. Un candidato (o
candidata) que sepa con quien se juega los cuartos; que haya sufrido para
cobrar de sus clientes y pagar a sus proveedores; que se haya indignado mil
veces con la administración y su burocracia y que haya padecido de cerca la
crisis, con sus concursos de acreedores, sus ERE y sus quiebras.
Estoy harto de mandatarios cuyo único bagaje es
haber medrado dentro de su partido político, desde las juventudes de la
organización hasta la ejecutiva; de funcionarios con oposición “a dedo” que han
dedicado sus jornadas laborales a pelotear indiscriminadamente a cualquier mandamás
que les pudiese ascender; de abogados de medio pelo que no lograron en su día
entrar en ningún despacho de prestigio y que encontraron su tabla de salvación
en la política y de docentes de instituto que han dedicado las escasas
sustituciones que han efectuado durante su carrera a insuflar consignas
políticas a sus resignados alumnos. Personajes mediocres que no han dado un
palo al agua en su vida y a los cuales les resulta imposible saber gestionar
decentemente una administración pública que pagamos entre todos.
Anna Serrano, concejala de Compromis en el
Ayuntamiento de Alcoy (al parecer, la denominación “Bloc” ha caído en desgracia
desde el fin del tripartito) presentará en el próximo Pleno Municipal una
moción por la que pedirá que se apruebe adoptar como única denominación para
nuestra ciudad la que se escribe en valenciano, o sea, con “i” latina.
Según doña Annna, la Academia Valenciana
de la Lengua
recomienda a los municipios históricos valencianos que normalicen la grafía
valenciana y que Játiva, Onteniente o Alcira ya han cambiado sus nombres por
Xátiva, Ontinyent y Alzira. Además, opina la regidora que no tiene demasiado
sentido mantener dos denominaciones prácticamente idénticas y que otra cosa
sería si fuesen muy diferentes, poniendo como ejemplo Vitoria-Gasteiz. También
alega que la doble rotulación en las carreteras da sensación de “inseguridad” y
de escaso compromiso de la ciudad en cuanto a sus orígenes históricos. Todo
razones de peso como podrán comprobar. Solo falta que nos diga que con esta
medida se ahorrará dinero.
Por cierto, ya que quiere hacer caso a lo que
dicen los organismos oficiales, ¿dejará doña Annna de una vez el manido “Pais
Valencià” cuando se refiera a la “Comunidad Valenciana”, denominación oficial
que aparece en nuestro estatuto de autonomía, o solo seguirá sus indicaciones
cuando le convenga?
No voy a entrar en complicadas disquisiciones
históricas o lingüísticas sobre quien tiene o deja de tener razón pero creo que
si hemos podido vivir con las dos denominaciones durante 35 años no veo la
necesidad de cargarse una de ellas. Además, me recuerda tiempos pasados en los
que se imponía la lengua preferida por el dictador del bigote.
Lo que verdaderamente me indigna es la cara
dura que demuestran tener todos estos chupópteros de pacotilla. Vivimos
inmersos en una descomunal crisis a nivel nacional de la que Alcoy precisamente
no se libra, con más de ocho mil parados y sin un mísero proyecto de futuro que
ilusione ¿y lo único que se le ocurre a doña Annna es desenterrar la vieja
polémica del lenguaje? Mucho me temo que no tardaremos en volver a discutir
sobre valenciano o catalán o en si debemos suprimir el azul de la bandera
autonómica. ¿Viviremos mejor en Alcoi que en Alcoy?
Está claro que el único objetivo de Compromis
(Bloc) es que los alcoyanos se enzarcen en discusiones bizantinas que hagan
olvidar la labor que ejercieron cuando gobernaban en el tripartito y los
famosos casos del Calderón o el concierto de Serrat y Sabina. Y de paso, poner
en un compromiso a Francés: unos votarán a favor, otros en contra… ¿qué hará el
PSOE?
Pase lo que pase, les aseguro que continuaré
escribiendo el nombre de mi ciudad como me dé la gana. A diferencia de otros, a
mi me toca trabajar para mantener a mi familia y no puedo perder el tiempo en
estas cuestiones “tan trascendentales”.
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