martes, 12 de noviembre de 2013

Presupuestos participativos de Alcoy: Francés amplía su lista de fracasos



El último invento del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alcoy ha tenido un resultado similar a los anteriores: fracaso. En esta ocasión, Francés, tras una intensa campaña de propaganda en todos los medios de comunicación locales, ha realizado las prometidas reuniones vecinales con el objetivo de conocer las propuestas que los ciudadanos de Alcoy quieren incluir en el presupuesto municipal del año 2014. Lo que los miembros del bipartito se han empeñado en denominar “presupuestos participativos”.

Durante la segunda mitad del mes de octubre y los primeros días de noviembre se han realizado seis reuniones en los distintos barrios de la ciudad con unos resultados de asistencia que han oscilado entre malos, peores y catastróficos. Así, la que más asistentes tuvo fue la del barrio de Batoy con 35 personas y hubo algunas a las que apenas acudieron 7 vecinos. En total, y siendo generosos, 150 alcoyanos han acudido a estas reuniones sobre presupuestos participativos;  ni los integrantes de las juntas directivas de las asociaciones de vecinos (bastante afines al equipo de gobierno actual) se han dignado a acudir. Un éxito equiparable al de la manifestación promovida por el sindicato CGT para reivindicar el mantenimiento de la ruinosa línea férrea Alcoy-Xátiva.    


¿Qué nos pasa a los alcoyanos? ¿No nos interesa en qué se gasta nuestro dinero el Ayuntamiento? Por supuesto que nos interesa. Y mucho. Pero lo que no nos gusta es que nos tomen el pelo y esto de los presupuestos participativos tiene toda la pinta de querer dejarnos calvos.

Los ciudadanos votamos cada cuatro años a nuestros representantes municipales basándonos (o al menos así debería ser) en sus programas electorales. El partido que presenta las propuestas que más nos interesan es el que se lleva nuestro voto y nuestra confianza en que las decisiones que tomen serán las correctas. Pasados cuatro años, si han hecho bien su trabajo y nos gusta su futuro programa les seguiremos votando y si no cambiaremos de elección.

Hasta ahora, los ciudadanos solo teníamos ese momento de decisión cada cuatro años; ahora se quiere que participemos en más ocasiones y la idea no me parece mal. Pero que esa participación ciudadana se restrinja al destino de 250.000 míseros euros cuando el presupuesto del Ayuntamiento de Alcoy sobrepasa los 46 millones es una estratagema electoral que roza la burla a la ciudadanía. Y los alcoyanos no han tragado y le han dado la espalda a este hipotético “traspaso de poder al pueblo”.


Y otro asunto que me preocupa aún más. Según el coordinador del proyecto, Cristian Santiago (peor político que deportista), estos 250.000 euros suponen el 20% del presupuesto municipal de inversiones para 2014. O sea, que de más de 46 millones de euros de presupuesto, el Ayuntamiento de Alcoy dedica 1.250.000 euros a inversiones, menos de un 3%. ¿Con ese “dineral” piensan que Alcoy va a mejorar y crecer?
El resto, evidentemente, son gastos corrientes: mantenimiento de decenas de edificios, monumentos a celebridades afines, subvenciones a organizaciones amigas… pero, sobre todo, sueldos, ¿necesitamos a tanta gente trabajando en el Ayuntamiento? Posiblemente, si en estas reuniones vecinales se decidiese la reducción de funcionarios y asesores, acudiríamos más alcoyanos.    

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