viernes, 22 de enero de 2010

Nuestro Francisco da el cante en FITUR




Los alcoyanos siempre nos hemos sentido orgullosos de los cantantes reconocidos que han nacido en nuestras tierras. Sin querernos remontar demasiado en el tiempo, ¿quién no conoce a Camilo Sesto, a Francisco o a Ovidi Montllor?

Lógicamente, nuestro mercado local no da para mucho y todos tuvieron que “emigrar” para alcanzar la fama. Ovidi partió hacia su “segunda casa”, Barcelona, Camilo primero recalo en Madrid para, mas tarde, partir a Miami para hacer las “Américas” (por cierto ¿alguien tiene noticias suyas últimamente?) Por ultimo, Francisco fijo su residencia (en mayor medida) en la capital de nuestra comunidad, Valencia.

El caso que nos ocupa hoy tiene que ver con éste último artista y con la actuación que efectuó el miércoles 20 de enero en el marco de la feria internacional de turismo, FITUR, que se ha celebrado en Madrid.


Francisco fue el invitado especial de la Diputación de Valencia para amenizar el cóctel que ponía colofón al día de la institución provincial en FITUR. Desconocemos si nuestro cantante está pasando por un mal momento o si tuvo que esperar demasiado tiempo su intervención sentado en la barra del bar, pero su actuación no dejó a nadie indiferente.

Parece que le tenia ganas a los políticos allí congregados y no perdió el tiempo con disimulos. Empezó con comentarios irónicos sobre el poco público congregado (los que estaban en el cóctel, ¿o creía que acudiría medio Madrid?) y rápidamente pasó a increpar a cualquiera que se le ocurriera cuchichear con el de al lado: "Es una cuestión de respeto. Estamos en un concierto y quien quiera que se vaya al bar", se atrevió a decir micrófono en mano. Incluso interrumpió algunas canciones para exigir silencio al público. Tampoco dejo que se fumase en el local (riño a varios asistentes) a pesar de que estaba permitido.



Pero “lo mejor” estaba por llegar. Antes de empezar su último tema (como no podía ser de otro modo, el Himno de la Comunidad Valenciana), Francisco se decidió a sacarse la espina que tenía clavada desde hace más de medio año. Dirigiéndose directamente a nuestra paisana y Consellera de Cultura, Trini Miró, que estaba deleitándose con su actuación en primera fila, Francisco explotó: "En 1982 grabé el tema del que más orgulloso estoy y con el que he llevado a la Comunidad Valenciana por todas partes. Sin embargo, en el centenario del Himno no me buscasteis a mí, sino a Plácido Domingo” (se estaba refiriendo a la grabación que realizó en mayo pasado el famoso tenor junto a la orquesta de la Comunitat Valenciana y el Cor de la Generalitat del himno de la Comunitat, con motivo del centenario del estreno de esta pieza). “Esa espina la tengo clavada. Consellera, a ver si me llamáis para el Palau de les Arts”.




Como pueden comprobar, a la hora de pedir trabajo, desconoce el significado de la palabra vergüenza. Para argumentar su “petición”, Francisco recordó que es “simpatizante del PP” y que lo dice siempre sin ningún tipo de complejos (¿y por qué tendría que tenerlos?, me pregunto. Cada cual puede elegir la opción política que quiera. Lo que esta feo es decirlo delante de los políticos para hacerles la “pelota”), para acabar reconociendo que las siglas socialistas “no le congratulan”.
Había que ver la carita que ponían todos los mandatarios presentes. Bochorno, creo que es la palabra adecuada.


Acabado el mitin, Francisco entonó nuestro Himno, no sin antes “invitar” a subir al escenario al Presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus y a la Consellera de Cultura. Nuestra Trini (siempre tan alegre y dicharachera ella) se sumó rápidamente a la fiesta, pero había que ver la cara que ponía el señor Rus. Y eso que don Alfonso siempre se ha distinguido por su afición a subirse a los escenarios. Me temo que Francisco hará pocos “bolos” este año.



Esta metedura de pata no debería empañar su larga y exitosa carrera musical, pero les aseguro que Francisco recordará este día para siempre: ha ofendido a sus políticos amigos (los del PP) y ha acabado de enemistarse con “los otros” (los del PSOE), aparte de protagonizar un espectáculo lamentable ante todos los asistentes. Lástima de voz hermosa y potente que se puede haber perdido.

jueves, 7 de enero de 2010

La Policía Local de Alcoy y la Cabalgata de los Reyes Magos



Peligrosas las declaraciones que ha hecho el concejal del PSOE Jordi Martínez en relación al dispositivo de seguridad de la pasada Cabalgata de los Reyes Magos.

Recordemos que, debido a los inminentes despidos de nueve trabajadores interinos del Ayuntamiento, tanto los componentes de la Policía Local como los de la brigada municipal de obras, se negaron a realizar horas extraordinarias en los días centrales de las celebraciones de Reyes, o sea, día 4 con el Bando Real y día 5 con la Cabalgata.



Jordi Martínez ha señalado que "se notó la escasa presencia de agentes por las calles de Alcoy, aunque, afortunadamente, no hubo hechos destacables que pusieran en peligro la seguridad en la celebración”. Añadiendo que “el gobierno del PP no puede permitirse el lujo de andar sobre la cuerda floja en materia de seguridad. Ahora podríamos estar lamentándonos de cosas que hubieran podido ser evitadas con el diálogo y la negociación".
También critica que durante el Bando hubiera miembros de Protección Civil y de una empresa privada contratada por el Ayuntamiento para suplir las bajas de los Policías Locales. ¿Y qué quería que hiciesen?



Con estas declaraciones, aunque él crea que está defendiendo al colectivo de la Policía Local, la realidad es que les ha hecho un flaco favor.

Primero porque, a pesar de lo que diga el señor Martínez, apenas se notó la ausencia de efectivos. Bueno, si. En lugar de aparecer 10 agentes con sus motos inmaculadas al principio de la Cabalgata, aparecieron “sólo” 5. Eso que nos ahorramos; nosotros y el medio ambiente.

Segundo: si apenas se notó su ausencia y si, según el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento, Nacho Palmer, la seguridad no estuvo comprometida en ningún momento ¿para qué se pagaron horas extras en pasadas ediciones? (Hay que recordar, según algunas fuentes, que cada hora extra sobrepasa los 30 euros, aunque este hecho no está confirmado).


Y tercero: si la razón la llevan desde la oposición y se corrió algún peligro, el tema es aún más grave. La Policía Local tiene el derecho (como cualquier otro trabajador) de reivindicar lo que crea en justicia, pero nunca incumpliendo con su obligación, que no es otra que la de garantizar la seguridad ciudadana. Si es verdad que se corrió algún peligro, ellos (que son quienes más conocen este tipo de situaciones) lo sabrían con anterioridad. Por lo tanto, su negativa a efectuar horas extras se situaría al borde de la irresponsabilidad. ¿O acaso pensaron que se suspendería la Cabalgata?

Se mire por donde se mire, Jordi Martínez, creyendo que con sus críticas perjudicaría al Partido Popular, ha puesto al pié de los caballos a los miembros de la Policía Local.


¿Creían que iban a evitar el reajuste en la plantilla del Ayuntamiento con su negativa a efectuar unas cuantas horas extras?

Todos nos lamentamos de los recortes de personal del Ayuntamiento de Alcoy. En las actuales circunstancias, cualquier pérdida de un puesto de trabajo es un drama. Ahora bien, desayunamos, almorzamos y cenamos con expedientes de regulación de empleo, despidos procedentes, improcedentes y cierres de empresas, ¿por qué en los organismos públicos no puede suceder lo mismo?

Tanto las empresas privadas como los ciudadanos de a pié, nos apretamos el cinturón en las actuales circunstancias. Evitamos gastos e intentamos alargar el presupuesto hasta límites insospechados. Incluso efectuamos trabajos que antes pagábamos para que nos los hicieran (pintar el pasillo de casa, limpiar la escalera comunitaria, arreglar un enchufe o un grifo...) con tal de sortear la dichosa crisis. ¿Por qué en el Ayuntamiento no pueden hacer lo mismo? ¿Acaso el dinero que gastan no lo pagamos entre todos? Ellos son los primeros que tienen que recortar gastos. Pero que no paren con el despido de los nueve pobres interinos. Que continúen con el ejército de asesores que tiene la Alcaldía. O con los numerosos altos cargos que pululan por el Ayuntamiento. Rentabilicen nuestro dinero.

PD. Por cierto, los de la brigada municipal de obras parece que se reivindicaron de otra forma: con una “huelga a la japonesa”. Con su afán por dejar limpias las calles, en varias ocasiones tuvieron que frenar para no adelantar al último Rey de la Cabalgata. Muy bien por ellos.