jueves, 7 de enero de 2010

La Policía Local de Alcoy y la Cabalgata de los Reyes Magos



Peligrosas las declaraciones que ha hecho el concejal del PSOE Jordi Martínez en relación al dispositivo de seguridad de la pasada Cabalgata de los Reyes Magos.

Recordemos que, debido a los inminentes despidos de nueve trabajadores interinos del Ayuntamiento, tanto los componentes de la Policía Local como los de la brigada municipal de obras, se negaron a realizar horas extraordinarias en los días centrales de las celebraciones de Reyes, o sea, día 4 con el Bando Real y día 5 con la Cabalgata.



Jordi Martínez ha señalado que "se notó la escasa presencia de agentes por las calles de Alcoy, aunque, afortunadamente, no hubo hechos destacables que pusieran en peligro la seguridad en la celebración”. Añadiendo que “el gobierno del PP no puede permitirse el lujo de andar sobre la cuerda floja en materia de seguridad. Ahora podríamos estar lamentándonos de cosas que hubieran podido ser evitadas con el diálogo y la negociación".
También critica que durante el Bando hubiera miembros de Protección Civil y de una empresa privada contratada por el Ayuntamiento para suplir las bajas de los Policías Locales. ¿Y qué quería que hiciesen?



Con estas declaraciones, aunque él crea que está defendiendo al colectivo de la Policía Local, la realidad es que les ha hecho un flaco favor.

Primero porque, a pesar de lo que diga el señor Martínez, apenas se notó la ausencia de efectivos. Bueno, si. En lugar de aparecer 10 agentes con sus motos inmaculadas al principio de la Cabalgata, aparecieron “sólo” 5. Eso que nos ahorramos; nosotros y el medio ambiente.

Segundo: si apenas se notó su ausencia y si, según el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento, Nacho Palmer, la seguridad no estuvo comprometida en ningún momento ¿para qué se pagaron horas extras en pasadas ediciones? (Hay que recordar, según algunas fuentes, que cada hora extra sobrepasa los 30 euros, aunque este hecho no está confirmado).


Y tercero: si la razón la llevan desde la oposición y se corrió algún peligro, el tema es aún más grave. La Policía Local tiene el derecho (como cualquier otro trabajador) de reivindicar lo que crea en justicia, pero nunca incumpliendo con su obligación, que no es otra que la de garantizar la seguridad ciudadana. Si es verdad que se corrió algún peligro, ellos (que son quienes más conocen este tipo de situaciones) lo sabrían con anterioridad. Por lo tanto, su negativa a efectuar horas extras se situaría al borde de la irresponsabilidad. ¿O acaso pensaron que se suspendería la Cabalgata?

Se mire por donde se mire, Jordi Martínez, creyendo que con sus críticas perjudicaría al Partido Popular, ha puesto al pié de los caballos a los miembros de la Policía Local.


¿Creían que iban a evitar el reajuste en la plantilla del Ayuntamiento con su negativa a efectuar unas cuantas horas extras?

Todos nos lamentamos de los recortes de personal del Ayuntamiento de Alcoy. En las actuales circunstancias, cualquier pérdida de un puesto de trabajo es un drama. Ahora bien, desayunamos, almorzamos y cenamos con expedientes de regulación de empleo, despidos procedentes, improcedentes y cierres de empresas, ¿por qué en los organismos públicos no puede suceder lo mismo?

Tanto las empresas privadas como los ciudadanos de a pié, nos apretamos el cinturón en las actuales circunstancias. Evitamos gastos e intentamos alargar el presupuesto hasta límites insospechados. Incluso efectuamos trabajos que antes pagábamos para que nos los hicieran (pintar el pasillo de casa, limpiar la escalera comunitaria, arreglar un enchufe o un grifo...) con tal de sortear la dichosa crisis. ¿Por qué en el Ayuntamiento no pueden hacer lo mismo? ¿Acaso el dinero que gastan no lo pagamos entre todos? Ellos son los primeros que tienen que recortar gastos. Pero que no paren con el despido de los nueve pobres interinos. Que continúen con el ejército de asesores que tiene la Alcaldía. O con los numerosos altos cargos que pululan por el Ayuntamiento. Rentabilicen nuestro dinero.

PD. Por cierto, los de la brigada municipal de obras parece que se reivindicaron de otra forma: con una “huelga a la japonesa”. Con su afán por dejar limpias las calles, en varias ocasiones tuvieron que frenar para no adelantar al último Rey de la Cabalgata. Muy bien por ellos.

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